sábado, 29 de octubre de 2011

Prensa independiente: Aliado contra la corrupción en Cuba


Nunca los mandamases han tomado en serio a los periodistas independientes. Todo lo contrario. Un tiempo atrás los acosaban y encarcelaban. Ahora sigue el asedio sobre algunos.

Pero desde su creación en la década de los 90, el periodismo sin ataduras oficiales ha destapado numerosos casos de corrupción, tráfico de influencias, maltrato policial y nepotismo.

Roberto de Jesús Guerra, un mulato regordete y no muy alto, fue el primer periodista libre en la isla en dar a conocer los sucesos acaecidos a principios del 2010 en el hospital siquiátrico de Mazorra, ubicado al sur de La Habana.

Antes que la prensa oficial reconociera que debido a los malos tratos, el frío y el hambre, 27 dementes fallecieran en Mazorra, ya Roberto de Jesús había dado la noticia. También entre los primeros se encontraban Laritza Diversent y Luis Cino.

El caso Mazorra no es un hecho aislado. Desde hace años, los periodistas independientes denuncian la corrupción en diferentes sectores y organismo del país.

Si los servicios especiales leen de soslayo los reportes de la prensa libre, después haber tomado nota y realizar indagaciones, pueden comprobar en un alto porciento la veracidad de las noticias.

Ahora mismo Raúl Castro, presidente de Cuba, está empeñado en una cruzada final contra la burocracia. Su mejor aliado en esa campaña son los reporteros independientes.

Los periodistas oficiales son timoratos. Escriben según les orienten del Comité Central o el jefe de redacción. Los periodistas independientes van por su cuenta. Conocen, porque andan en la calle o tienen parientes y amigos que laboran en ministerios y organismo estatales, de los rumores que circulan por los pasillos.

No se detienen, como dicta el periodismo moderno, a confirmar el rumor. En Cuba eso es imposible, por el control riguroso a la información por parte del Estado. Por intuición y olfato se arriesgan y dan la noticia.

A ratos se van con la de trapo. Pero han crecido en el quehacer periodístico y aprendido a discernir cuáles historias son ciertas y cuáles fabricadas. Cumpliendo órdenes de la inteligencia, a veces se te acerca gente desconocida para darte una primicia.

El sentido común y el instinto son el arma que tienen los reporteros sin mordazas para distinguir entre un complot chapucero de los servicios secretos o un tipo que por ética y buena fe desea destapar un escándalo de corrupción.

El régimen debería prestar más atención a la prensa libre. Su fuerza radica que sus notas se difunden por internet, en blogs y webs. Y pone al gobierno contra la pared. Cuando las reseñas son ciertas, no les queda otra que emitir una nota oficial.

Ya es hora de que el gobierno del General Raúl Castro, en su afán de neutralizar la letal burocracia y desvergonzada corrupción, abra un centro donde las personas corrientes puedan hacer denuncias y acceder a informaciones y cifras.

Si de veras quiere abolir el secretismo y la escasez de datos debe liberalizar las noticias. A estas alturas, quizás Castro II se haya dado cuenta que en su cruzada contra la burocracia, los periodistas independientes son aliados temporales.

En ese acápite. Porque si hablamos de reformas políticas y aperturas democráticas todavía nos ve como adversarios. Con sus defectos y limitaciones, la prensa independiente desempeña el rol que por mecanismos de censuras y temores, no realiza la prensa oficial. Sólo hay que leer el Granma para darse cuenta.

Iván García

1 comentario:

  1. MARTIN GRANDE - Periodista de Salta, Argentina, tiene un medio: La Radio de Martín Grande. Desconoce lo que es el periodismo Universal y sus preceptos éticos, presiona a los gobiernos de turno por abultadas pautas de publicidad y hasta COBRÓ para ser candidato a Intendente de Salta Somos Todos, partído político del multimillonario Alfredo Olmedo. Este seudo periodista, Martín Grande, cobró UN MILLON DE DOLARES para ser el candidato de Olmedo. Este periodista, Martín Grande, trabajó para la Dictadura Militar, es sobrino del represor fallecido CORONEL CARLOS GRANDE, es intolerante con los Gays, es insoportable cuando critica a los pobres... discrimina a los "negros de los barrios", desprecia a las maestras, rechaza a la Educación, en fín un periodista extraño, defiende los intereses de los ricos en detrimento de la verdad social. Habla sin fundamentos y critica a los políticos que no le pagan mensualmente y a los que le pagan no menos de DOS MIL DOLARES POR MES, les hace notas, los pondera y los defiende aunque sean corruptos. Martín Grande es un corrupto, es dueño de una fortuna injustificada e incalculable pero sin embargo el sistema lo sostiene. Cuántos MARTIN GRANDE habrá en el mundo!!!

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