lunes, 29 de abril de 2013

Urge que los peloteros cubanos jueguen en ligas profesionales



El fracaso en el III Clásico Mundial pudiera ser la gota que colmó la copa. Desde hace años, especialistas beisboleros en la isla, off the record, se pronuncian para que el gobierno permita la contratación de jugadores en clubes profesionales.

Algunas de esas opiniones se vierten de manera pública. En 2012, en una entrevista realizada por el diario Trabajadores al DT del equipo Cuba, Víctor Mesa, expresó que la pelota nacional pedía a gritos insertarse en ligas profesionales, para elevar su techo cualitativo.

En un concurrido espacio deportivo, que se realiza los martes en el centro cultural Fresa y Chocolate, en la Calle 23 casi esquina a 12, Vedado, y donde interactúan fanáticos, comentaristas de béisbol, peloteros y directivos del deporte nacional, si en algo los participantes están de acuerdo es que beisbolistas del patio deben jugar en ligas foráneas.

Otro tanto sucede en programas deportivos de Radio Rebelde y la COCO, en los cuales los aficionados comentan que para elevar el nivel del béisbol cubano necesariamente debe abrirse al mundo. No solo la pelota, también otros deportes como el voleibol, fútbol o balonmano. No les queda otro camino.

Incluso en los Lineamientos Económicos aprobados en el último congreso del Partido Comunista, una especie de biblia oficial que contempla los pasos a seguir en las reformas del país, uno de sus puntos plantea que ‘se estudia la posibilidad de contratación de atletas en el extranjero’.

El fracaso de Cuba en el III Clásico ha puesto de nuevo en el tapete esa opción. Según una fuente bien informada dentro del mundo beisbolero local, el proyecto no dormirá demasiado en una gaveta. A corto plazo, probablemente antes de fin de año, un equipo cubano, con un nombre por determinar, podría insertarse en la liga de béisbol profesional de China Taipéi.

De no ser posible la inserción de una novena, se autorizaría a que jugadores de calibre se contraten en ligas asiáticas como la de Corea del Sur, Japón y la propia China Taipéi.

“Lo ideal sería que peloteros cubanos pudiesen jugar en el circuito del Caribe o Grandes Ligas de Estados Unidos. Pero hay trabas legales debido al bloqueo (embargo económico) que por ahora impiden la contratación de jugadores cubanos”, comentó la misma fuente.

Desde que en 1962 Fidel Castro aboliera el béisbol rentado en Cuba, los peloteros de la isla no tenían otra opción que marcharse de su patria para jugar y ganar dinero en circuitos profesionales.

Las excepciones han sido Omar Linares -considerado el mejor beisbolista cubano después de 1959-, quien jugó tres campañas con los Dragones de Chunichi en la liga élite de Japón. Y el formidable lanzador pinareño Pedro Luis Lazo, relevista de los Piratas de Campeche en el béisbol profesional mexicano.

Las restricciones absurdas han traído consigo que en los últimos 22 años, cerca de 250 peloteros, entre ellos algunos de los mejores talentos como Kendry Morales, Aroldis Chapman, Yoennis Céspedes o Yasser Puig hayan desertado de Cuba.

El años pasado, jugadores formados en escuelas deportivas de la isla abrieron en el roster de 40 peloteros del primer equipo de la liga Nacional o Americana en la Gran Carpa. A final de temporada, varios habían subido al máximo nivel. Sin contar que jugadores nacidos en Estados Unidos de padres cubanos, como el soberbio pitcher zurdo Gio González o el toletero Yonder Alonso, podrían competir con la casaca de las cuatro letras en Clásicos venideros.

La pelota cubana no va elevar su nivel con cambios cosméticos. Nada va a solucionar el nuevo modelo de Serie Nacional. A las grandes estrellas, dígase Yulieski Gourriell, Yasmani Tomás, José Fernández, José Dariel Abreu o Vladimir García (una de esas nuevas luminarias era Yadier Pedroso, de 26 años, lamentablemente fallecido en un accidente de tránsito), con condiciones para jugar en Grandes Ligas, los torneos locales hace rato les van quedando pequeños.

Para elevar el techo se debe, antes todo, dedicar recursos y los mejores preparadores a las categorías juveniles y de cadetes. Rescatar los más de 50 terrenos de béisbol, solo en La Habana, que se han perdido por falta de mantenimiento. Es algo positivo que desde el pasado mes de febrero, la televisión cubana trasmita juegos de ligas internacionales. Está prevista la difusión de partidos de la próxima temporada de las Mayores.

En Cuba hay una buena cantera de peloteros. Que se debe pulir. Debemos aprender los últimos conceptos del béisbol moderno. Actualizarnos en materia de bibliografía y estadísticas avanzadas. Los entrenadores de pitcheo y bateo deben nutrirse de elementos novedosos a la hora de enseñar el swing o el balanceo en la tabla de lanzar e incorporar lanzamientos como la splitter o la recta movida al repertorio de nuestros pitchers.

En Cuba se juega pelota hace más de 140 años. Si Dominicana, Venezuela o México, a día de hoy tienen más calidad y jugadores al máximo nivel, la culpa es de Fidel Castro, que prefirió apostar por la pelota amateur.

La lección principal que debemos sacar del fracaso es que, de no insertarnos en ligas extranjeras y descuidar las categorías menores, la calidad del béisbol nacional seguirá en picada. Todavía estamos a tiempo de revertir la situación.

Iván García

Foto: Omar Linares, cuando jugó en el equipo japonés Dragones de Chuniche. Tomada de Cuban Play.

viernes, 26 de abril de 2013

Víctor Mesa o la maldición holandesa



Una máxima muy recurrente en el béisbol reza que los juegos los ganan los peloteros, pero los pierden los managers. La sentencia podría ser aplicada por estos días, a raíz de la derrota del equipo cubano ante Holanda, y la imposibilidad de avanzar a la etapa semifinal del III Clásico Mundial, en la ciudad de San Francisco, Estados Unidos. Sobran los ejemplos de managers cubanos que vieron tronchadas sus carreras deportivas debido a derrotas internacionales.

Servio Borges, aquel desconocido seleccionador, de academia, que jamás había pisado un terreno de pelota, llenó toda una época en el béisbol cubano. Debutó como director en 1969, cuando Cuba venció a Estados Unidos en el campeonato mundial celebrado en Santo Domingo. Ese triunfo y otros que consiguió posteriormente cuando Cuba les ganaba con relativa facilidad a sus rivales -los peloteros profesionales aún no estaban autorizados a participar en esos certámenes- le permitió dirigir al equipo nacional hasta el año 1982, fecha en que el equipo cubano, de manera inesperada, perdió contra República Dominicana en los centroamericanos de La Habana. Se acabó Servio Borges.

Alfonso Urquiola, el estelar camarero de los equipos pinareños, jamás olvidará el 2011. A principios de ese año, Urquiola condujo al equipo de Pinar del Río a ganar la serie nacional de béisbol. Esa victoria indujo a los dirigentes de la Comisión Nacional de ese deporte a nombrar a Urquiola como director del equipo cubano que enfrentaría dos eventos de suma importancia: la Copa Mundial de Panamá, y los Panamericanos de Guadalajara.

En Panamá, el equipo cubano fue eliminado al perder dos veces ante Holanda, mientras que en la ciudad mexicana se tuvieron que conformar con la medalla de plata -algo casi humillante en Cuba si de béisbol se trata- al perder frente a la novena estadounidense. Tan fuerte fue el impacto de estas derrotas, que el manager cubano renunció a seguir dirigiendo el equipo de Pinar del Río. Nada más hemos sabido de Alfonso Urquiola. Es como si la tierra se lo hubiese tragado.

El mito de Víctor Mesa comenzó en 2012, cuando llevó al equipo de Matanzas, tradicional sotanero en nuestras series nacionales, al tercer lugar en el mayor evento de la pelota cubana. Este año, tras celebrarse la primera mitad del campeonato, y manteniendo su ritmo dinámico de dirección, Mesa condujo nuevamente a los yumurinos a clasificar para la primera división del certamen. Entonces fue un criterio casi unánime que el carismático y explosivo ex jugador podría trasmitirle a la selección nacional la “combatividad” y el tesón necesarios para triunfar en la arena internacional.

Fue así como, desde que comenzaron los preparativos para la participación cubana en el III Clásico, se designó a Mesa como manager del equipo. Y no solo eso, sino que recibió amplias potestades para escoger a los peloteros. El optimismo del flamante manager era desbordante. Mientras la mayoría de los entendidos ponían en duda el avance de Cuba más allá de la segunda ronda clasificatoria, él aseguraba que el equipo llegaría a la semifinal en San Francisco.

Sin embargo, la realidad, vestida con uniforme holandés, le jugó una mala pasada al inquieto Víctor. De nuevo los europeos se atraviesan en el camino de los cubanos. Primero le ganaron un juego de preparación, y después, en el calendario competitivo, vencieron dos veces a los de Mesa para mandarlos de vuelta a casa.

Ignoramos cuál será el futuro de este manager. Si tendrá ánimos para reasumir la dirección del equipo Matanzas, o seguirá los pasos de su predecesor Urquiola, y desaparecerá de la escena beisbolera nacional. Por lo pronto, una verdad ha quedado clara: el problema del béisbol cubano no es de managers, sino que precisa de un cambio radical en su estructura.

Orlando Freire Santana
Cubanet, 14 de marzo de 2013.

miércoles, 24 de abril de 2013

Tropezar con la misma piedra



Por quinta vez, la selección holandesa nos derrota. Esta vez el ‘síndrome de los tulipanes’ nos apeó de alcanzar la semifinal del III Clásico Mundial de Béisbol al imponerse 7 carreras por 6.

No pudimos llegar a San Francisco. Analizando con la cabeza fría no se puede decir que la novena cubana tuviese un mal desempeño. Fueron ubicados, quizás, en la llave más fácil del evento.

Sus rivales eran asequibles. Brasil y China todavía tienen una historia que tejer en este deporte. Y se les derrotó. Japón, doble titular del Clásico, se presentó esta vez con un equipo conformados por jugadores de su liga, que tiene nivel, pero dista años luz de la calidad del circuito de Grandes Ligas.

Los caribeños rompieron el maleficio japonés al derrotarlos en la primera fase 6 carreras por 3. Ya en el segundo pool junto a Holanda, Japón y China Taipéi, donde se clasificaban dos, el camino a San Francisco se veía despejado.

China Taipéi había tenido un muy buen torneo, pero resultaba un rival menor. Como lo fue. Al ser apabullado 14 carreras a cero por la selección nacional. El equipo a derrotar era Holanda. Los europeos nos han cosido un traje a la medida.

En el pasado campeonato mundial efectuado en Panamá nos derrotaron par de veces por estrechos marcadores. Es una novena de jugadores descartes o de relleno en las organizaciones de Grandes Ligas, como Andruw Jones, quien hace rato vio pasar sus mejores tiempos.

Pero cuenta con algunos prospectos jóvenes interesantes, el caso del torpedero de la organización Bravos de Atlanta Adlenton Simmons, quien en la parte baja del octavo empató el partido a 6 carreras con un golpe de muñeca al conectar jonrón por la banda izquierda.

Ya en el noveno, Holanda era home club, un costoso error de Yulieski Gourriell provocó que los holandeses situaran la carrera del gane en primera. Luego vinieron un par de cohetes frente a los relevistas Yander Guevara y Raisel Iglesias.

La escena quedó lista para que el séptimo bate elevara un fly de sacrificio a lo profundo del jardín central dejando a los cubanos al campo. Con ese triunfo, Holanda avanza a semifinal junto a Japón.

Por números, Cuba era el mejor equipo del torneo hasta ese momento. Primeros en bateo colectivo y picheo con 346 y 1.08 carreras limpias. Pero los números no son los que ganan juegos.

Holanda con un peor bateo y pitcheo, en los partidos frente a Cuba había tenido un mejor desempeño. En el primer juego de la segunda vuelta nos venció de manera inapelable 6 carreras por dos. Y ahora vuelve a humillarnos.

Los tulipanes juegan una pelota exacta. No comenten errores de bulto en sus estrategias. Sus hombres tienen oficio y saben fabricar las carreras. En ese partido de vida o muerte, la selección nacional tuvo demasiadas fisuras.

Errores mentales, como cuando Yulieski no entró a cubrir la tercera almohadilla en un robo de base, lo que provocó un error que costó una carrera, además de un flojo pensamiento técnico-táctico de los lanzadores en la ubicación de sus envíos, fueron las claves del fracaso.

Ante todo, quedó reflejado que en el juego chiquito y de presión pifiamos mucho. No basta con adiestrarse a puerta cerrada y topar con novenas profesionales, el problema de la pelota cubana actual es que fallan en conceptos básicos del béisbol.

En el toque de bola no ponemos una. Las jugadas de corrido y bateo apenas se utilizan. Y el robo de bases brilla por su ausencia, a pesar de la velocidad de nuestros jugadores. Por una sencilla razón: no saben estafar almohadillas.

Seguimos apegado a la doctrina del batazo. Cuando un pitcher nos domina no sabemos elaborar las carreras. Y nuestro cuerpo de lanzadores no está bien estructurado. Nadie conoce a ciencia cierta quiénes son los abridores, estabilizadores o el cerrador del equipo. Es un mal de fondo que viene desde las Series Nacionales.

Por la buena actuación ofensiva y el bateo de los rompecercas, que conectaron 11 jonrones en 6 encuentros, la fanaticada pensaba en grande. Al igual que en el Clásico de 2006, no pasamos a semifinales. Nos queda ver los toros desde la barrera. Como siempre sucede en temas beisboleros en Cuba, la cabeza de algún directivo rodará.

No es que la sangre llegue al río. Pero no sabemos encajar derrotas. Y lo que es peor, no aprendemos de los fracasos. Habrá que esperar al Clásico de 2017. Es probable que para esa ocasión puedan acudir peloteros cubanos que juegan en organizaciones de Grandes Ligas. Se necesitan. Para jugar frente a equipos fuertes.

Iván García

lunes, 22 de abril de 2013

A golpe de navaja


Augusto, 51 años, es de esos hombres que tiene conectado el cerebro con la lengua. Lo que piensa, lo suelta sin haber procesado suficientemente sus ideas. En la noche del 6 de febrero, ese arrebato de franqueza estuvo a punto de costarle la vida.

Era el día de su cumpleaños y tomaba una botella de ron barato con un amigo de menos edad. Hablaban de fútbol y mujeres. Augusto gusta de recordarles a sus socios del barrio que la experiencia y madurez de sus cinco décadas de vida es un elemento de peso para ofrecer consejos útiles. Aunque nadie se lo pida.

El debate se calentó cuando Augusto comenzó a dar criterios subidos de tono de la mujer de su amigo. Un tipo de mecha corta. Y zanjó el conflicto con cuatro furiosas puñaladas.

El rápido traslado a un hospital habanero y una operación de urgencia le salvó la vida a Augusto. Ahora el joven que le propinó las cuchilladas con una chaveta afilada de zapatero es fugitivo de la justicia.

Pudiera ser un suceso puntual o aislado. No lo es. Con demasiada frecuencia, en La Habana se dan casos de violencia desmedida. Cualquier asunto, aunque sea baladí. Como pisar sin querer a una persona dentro de un atestado ómnibus urbano, puede provocar una tormenta.

Al clima caluroso, pérdida de valores, falta de educación y poca ecuanimidad de muchos ciudadanos, se suma la crispación que provoca una vida precaria y una crisis económica estacionaria que dura ya 23 años (comenzó en 1990, con el llamado ‘período especial en tiempos de paz’).

A falta de pistola o AK-47 -en Cuba no se venden armas de fuego-, los iracundos jóvenes habaneros, y algunas pandillas de barrio, portan navajas de barberos, punzones o machetines recortados. A veces antiguos revólveres de la época del oeste americano.

En zonas marginales de San Miguel del Padrón, Marianao o Arroyo Naranjo, a la colección de armas, se agregan inyectores caseros, una especie de pistola que se confecciona utilizando ligas y las balas salen disparadas hacia cualquier sitio.

En la misma barriada donde Augusto sufrió lesiones graves con un arma blanca, un grupo de adolescentes provocó una gresca violenta en una discoteca del municipio 10 de octubre. Varios asistentes sufrieron heridas de consideración en el rostro o navajazos en la espalda.

La violencia verbal o física comienza desde la casa. En muchas familias, las controversias terminan tirándose los trastos a la cabeza. Una cola del pan, la parada de ómnibus o la espera de un trámite burocrático, pueden ser el lugar propicio que desate una algarabía salpicada de palabrotas y groserías, irse a las manos o desenfundar un arma blanca.

La vulgaridad y la agresividad están a flor de piel en La Habana. Van en aumento los habaneros que pierden los estribos a las primeras de cambio. A veces la intimidación es provocada por pandillas de barrio que se dedican a robos con violencia en sitios poco concurridos y oscuros.

Llevar una camiseta de Messi, Cristiano Ronaldo o LeBron James, una gorra de los Yankees de New York o un Samsung Galaxy, sirve de pretexto a delincuentes juveniles para, navaja en mano, despojarte de tus pertenencias. Y lo peor, es que a veces te puede costar la vida.

Iván García

Foto: Las navajas utilizadas por los delincuentes cubanos no son tan sofisticadas como la de la foto, de 21 usos, de Victorinox, una de las marcas suizas más conocidas en el mundo.

viernes, 19 de abril de 2013

Atahualpa Yupanqui no se dejó engañar por Fidel Castro


Entre los cien personajes famosos que visitaron La Habana a lo largo de casi 500 años, según la compilación del investigador literario Leonardo Depestre Catony (100 famosos en La Habana, Editorial Ciencias Sociales, Ciudad Habana 1999), no aparece Atahualpa Yupanqui, ni muchas otras personalidades del arte que dejaron de venir a Cuba cuando ésta se convirtió en ¨la isla de Fidel Castro¨.

Razones hay muchas, si indagamos en la vida de Atahualpa Yupanqui -en quechua, el que viene de tierras lejanas para decir algo-, seudónimo de Héctor Roberto Chavero Haram, excepcional hombre que a lo largo de su larga vida fue boxeador, maestro de escuela, periodista, escritor y -conocedor profundo de las culturas aborígenes- el más importante exponente del folclore argentino, con más de 300 composiciones musicales.

Varias veces fue a la cárcel bajo el gobierno peronista, que prohibió sus canciones. Contó en una ocasión que, cuando estaba afiliado al Partido Comunista, los verdugos de Juan Domingo Perón pusieron sobre su mano derecha una máquina de escribir, se sentaron sobre ella, saltando, porque querían romper su mano, sin percatarse del detalle de que él tocaba la guitarra con la izquierda, porque era zurdo.

Luego se refugió en Francia, y fue allí, en 1952, donde se convirtió en un enemigo de las dictaduras y del comunismo. Seguramente por eso no visitó Cuba durante la dictadura de Batista, y mucho menos bajo la de Fidel Castro, donde se fusilaba a cientos de cubanos en la Fortaleza de la Cabaña y cientos de miles de familias, pertenecientes a todos los estratos sociales, huían despavoridas en busca de libertad en otras tierras.

Atahualpa Yupanqui se convirtió en otro de los muchos artistas ausentes. El ¨agudo observador del paisaje y del ser humano¨, como se le llamó, recordaba la opinión del poeta mexicano Octavio Paz, cuando dijo que ¨las revoluciones son fenómenos traumáticos que comienzan con una promesa, se disipan en violenta agitación y se congelan en sangrientas dictaduras¨. Por los años sesenta realizó una de sus giras más prolongadas y exitosas por decenas de países, en la cual Cuba no figuraba.

Todos los que somos septuagenarios, lo recordamos cantando a diario en nuestras emisoras radiales durante los años cincuenta, mientras los más destacados artistas de nuestra música interpretaban aquellas inolvidables melodías suyas como las milongas Los ejes de mi carreta o Camino del indio, entre muchas otras.

Atahualpa prefirió cantar con Edith Piaf en París, en vez de hacerlo con Carlos Puebla en La Bodeguita del Medio. Prefirió que el gobierno francés lo condecorara como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, a ser invitado por el gobierno castrista. Murió cantando en Nimes, Francia, en 1992, después de presenciar, sin ningún asombro, el desmerengamiento del comunismo soviético.

Tania Díaz Castro
Cubanet, 5 de marzo de 2013.

miércoles, 17 de abril de 2013

Se llevan el aché


Gracias a sus euros y dólares, los turistas extranjeros se están llevando de Cuba no solo los tabacos, las langostas, la música, los cuadros de los pintores, las cotorras, las ninfas y los adonis, sino también el aché. Quiero decir, el poco que queda, porque cada vez estamos más ossobbo y con más muertos oscuros a rastras.

Dicen los que saben que Cuba es la tierra del aché más poderoso. Más que Nigeria, el hogar de los yorubas. Es por eso que cada vez son más los extranjeros que vienen para hacer iyabó en Cuba. Y lo hacen sin reparar en los gastos.

Hacer santo en Cuba puede costar a un extranjero entre 900 y 4,000 dólares. El precio depende del orisha escogido (Elegguá, por ejemplo, cuesta el doble que cualquier otro santo), de la fama del babalao y de la urgencia del cliente.

En Cuba resulta más caro hacerse iyabó, pero tiene sus ventajas. Aquí las jícaras son de verdad y no plásticas y no hay limitaciones en cuanto a la matazón de animales para alimentar con sangre los santos y las prendas. Solo que los collares, aunque los curralen aquí, generalmente, los traen de Miami.

En el mundo prefieren la Regla de Ocha de La Habana que la macumba brasileña. Los sacerdotes de Ifá de Cuba que los de Nigeria. No sólo por el aché más fuerte. También por cuestiones de seguridad. En La Habana hay más protección para los visitantes foráneos que en Lagos, Ibadan o Bahía.

La Asociación Cultural Yoruba de Cuba, la santería oficialista con letra del año apaciguadora y acorde con los Lineamientos del VI Congreso del Partido Comunista, dice que de sus 11,500 afiliados, 1,169 son extranjeros. Yumas, pepes y euro-ahijados, vestidos de blanco, con collares y guerreros, que pagan bien y chapurrean “maferefún, padrino”.

Los diplo-babalaos también son un arma de la revolución. Además de rogar a los orishas con toques de tambores por la salud del Comandante, recaudan euros y dólares para el régimen. Les paga y los acomoda con prebendas y agasajos el Tally Man Banana (me encanta la imagen que da Néstor Díaz de Villegas del negrero marxista-leninista con uniforme verde olivo).

Deben ser más los extranjeros que buscan a los orishas en Cuba que los que dice la Asociación Cultural Yoruba, porque los mejor informados, en vez de acudir a los folklóricos santeros oficialistas, buscan la cosa real.

Relegada, modesta y discretamente vigilada, en una vieja casona de la calzada de 10 de Octubre, en La Víbora, funciona la santería auténtica, la de las letras del año no complacientes. A ella también acuden, aunque en menor número, por desconocimiento, los fieles de ultramar que buscan a los orishas en serio y con respeto.

Los negocios de los diplo-babalaos, las babalochas de utilería y el Tally Man Banana deben tener revolviéndose en sus tumbas a Arcadio, el de Guanabacoa, y a José Guayacán, aquel mayombero que encendía pólvora a la puerta de su vara en tierra, allá por Jagüey Grande.

Ya lo advirtió quien lo advirtió: Mayeya, no juegues con los santos. Y menos aún los cojas para hacer negocios. Y luego se quejan de que estamos ossobbo.

Luis Cino
Blog Círculo Cínico, 13 de marzo de 2013.
Foto: Tomada del anuncio de un santero cubano en un periódico de Coyoacán, México.

lunes, 15 de abril de 2013

La cofradía de Miraflores



En América Latina todo es posible. Si el alemán Carlos Marx reviviera y observase el show que se ha montado con su ideología comunista, saldría corriendo espantado a firmar una planilla de inscripción en algún partido nazi.

En este continente de calor y aguardiente, música y guaracha, los marrulleros líderes políticos se apropian de teorías, citas y discursos que sirvan para sintonizar y obtener el voto de los pobres. Cualquier santo sirve. Prócer o iluminado. Intelectual, milonguero o trovador. Utilizan frases de Lincoln o Jefferson. Martí y Marx. Che Guevara y Mao. Jesuscristo o Sai Baba.

Saben estos profesionales del espectáculo político poner en trance a las masas. Y durante cinco horas que soporten a un hombre vestido de verde olivo gritando desde una tribuna,.manipulan las emociones como titiriteros. Y utilizan el valor simbólico de los muertos como nadie.

Un líder comunista cubano, Julio Antonio Mella, lo ilustró con una frase para enmarcar: “Hasta después de muertos somos útiles”. En Argentina, Perón sigue vivo, a conveniencia, en el ideario de algunos políticos oportunistas. Si no utilizan a Perón recurren a Evita. De lo que se trata es mantener viva la pasión por los espadones, el nacionalismo barato y el arrojo patriótico.

Es un estilo de hacer política. Una nueva forma de culto a la personalidad. Si en el estado canalla de Corea del Norte, tras la muerte del líder, los presentadores de televisión declamaron extensos poemas y panegíricos, en este lado del mundo los compadres que dirigen la comarca aluden a la Biblia, Bolívar o un Orisha.

Fidel Castro puede dar clases magistrales sobre la revalorización de personajes ilustres fallecidos. De no pocos intelectuales indiferentes o contrarios a su anárquica y autoritaria manera de gobernar, después de su muerte, su obra se utiliza con un desparpajo proverbial. De Virgilio Piñera, Lezama Lima y hasta de Guillermo Cabrera Infante, feroz crítico de Castro, ahora se habla de ellos como si fuesen amigos de cantina y sus nombres se pronuncian sin censura. En vida estuvieron condenados al olvido y el ostracismo.

En la liturgia política de América Latina, la mojigatería es una pistola caliente usada para incitar a las masas. Con el deceso del presidente Hugo Chávez, se palpa la habilidad peripatética de sus seguidores y, con el cadáver aún fresco, hacen campaña política.

No creo que Chávez haya sido un buen administrador de las riquezas y el erario de Venezuela. Ha disparado la inflación y los gastos públicos, debido a su estrategia de tener alborozados a los pobres de los cerros con puestos médicos y universidades territoriales (algo que es positivo) o regalando lavadoras, petrocasas y antenas satelitales con acceso gratis al canal TeleSur, por él instaurado.

Eso sí, el paracaidista de Barinas tenía carisma. Gancho entre los que nunca tuvieron nada. Su discurso polarizado o grosero con sus adversarios políticos puede deslucir en una conferencia internacional del primer mundo, pero por esas tierras de joropos y arepas, la insinuación de Chávez a su mujer, en un Aló Presidente cuando dijo “Prepárate, que esta noche te toca lo tuyo”, sienta bien en una sociedad de machos, que se consideran los tipos más viriles del planeta.

Por cantar boleros en actos públicos y rezar por vírgenes y santos autóctonos era visto como un ‘pana’ del barrio. Formaba parte del marketing político chavista, etiquetado como Socialismo del Siglo 21. Esa conexión con los olvidados de siempre es lo que le permitió, botando la plata por la ventana, ganar dos magistraturas presidenciales. Otras cosas más serias no las resolvió.

Caracas sigue siendo la ciudad más violenta del mundo. Un auténtico matadero. Y Venezuela el país más corrupto del continente. Pero Chávez logró lo que quería. Tener capacidad de liderazgo en América Latina, tirando de la chequera y utilizando las ventas de petróleo a precio de saldo como política hemisférica.

Su cadáver tiene un simbolismo mayúsculo para sus camaradas en el partido. Y un morbo poderoso para seguir conectando con las capas más desfavorecidas del país. Nicolás Maduro lo sabe. E inició su campaña electoral amparándose en los restos de Hugo Chávez. Es la única manera viable que tiene de ganar una elección presidencial y seguir en la comparsa y las regalías, donde por detrás de la puerta, militares y políticos bolivarianos se reparten cheques en dólares.

En Venezuela, el PSUV de Chávez ha montado una verdadera cofradía de pícaros disfrazados de revolucionarios. Quizás, en medio de la efervescencia y el discurso patriótico, muchos venezolanos no lo perciban.

De afuera se ve más que desde adentro. Sobre todo si el que les escribe reside en Cuba. Una isla del Caribe donde los cadáveres exquisitos son carnaza de hechiceros políticos y tramposos ideológicos.

Iván García

Foto: Palacio de Miraflores. Ernesto Villegas, ministro de Comunicación de Venezuela dando un parte sobre la salud de Hugo Chávez, en diciembre de 2012,

viernes, 12 de abril de 2013

Castro, el enterrador


ARCHIVO. Fidel Castro y Hugo Chavez jugando béisbol en Barquisimeto.

El escritor José Antonio Albertini tiene una novela titulada El entierro del enterrador, un oficio que Fidel Castro ha cumplido a cabalidad, superando sin dudas a cualquier profesional del giro, incluido los de camposantos tan significativos como el Cementerio de Colón en La Habana o La Chacarita, en Buenos Aires.

La novela parece inspirada en las actividades mortuorias de Fidel Castro. Muchos han sido los que ha sepultado en sentido figurado. Un número notable de jefes de estado o dirigentes políticos que en alguna medida estuvieron asociados con Fidel Castro han desaparecido por problemas de salud o como resultado de la lucha política.

El primero de todos los jefes de gobierno aliados a Castro en perder la vida, fue Patricio Lumumba, 36 años, Primer Ministro de la República Democrática del Congo, asesinado por sus enemigos.

El último, hasta el momento, Hugo Chávez, 58 años, que será momificado, pero si le permiten a Nicolás Maduro y sus seguidores son capaces de reclamar a la iglesia católica que inicie un proceso de beatificación a su favor, aunque tal vez hayan llegado a la conclusión de que no es necesario porque según el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad, lo publicó en su página digital, el presidente Chávez regresará junto a Jesucristo y el imán Mahdi, un dirigente religioso chiita.

En un rápido recorrido de una esquina a otra del planeta los aliados sepultados por el dictador cubano suman docenas, sin señalar a los miles que murieron por enfrentar su régimen.

En América Latina recordemos al general panameño Omar Torrijos, 52 años, que condujo su país con mano de hierro por 13 años. La muerte le encontró en un accidente aéreo que nunca ha sido esclarecido. Unos afirman que fue un accidente y otros, un sabotaje al avión que lo transportaba.

El también general, el peruano Juan Velasco Alvarado, 67 años, un militar golpista de claras tendencias populistas, estableció estrechas relaciones con Cuba y la Unión Soviética, a quien compró grandes cantidades de armas. Militares peruanos participaron en maniobras militares en Cuba. Su gestión gubernamental fue un fracaso, particularmente en el aspecto económico.

Otro desaparecido fue Salvador Allende, 65 años, uno de los amigos más fieles del castrismo. Antes de llegar a la presidencia Allende defendía la dictadura cubana con una devoción digna de mejor causa. Cierto que en Cuba le trataban a cuerpo de rey. Primero se dijo que había sido asesinado, ya se sabe que cometió suicidio.

Viajaba a la isla con mucha frecuencia. Tenia asignado uno los carros más lujosos de la época. Un chofer particular y todos sus deseos eran satisfechos.

Durante su mandato contó con total asistencia del régimen cubano. Castro visitó Chile durante un mes. La presencia en su país de agentes de la inteligencia, asesores militares, de gobierno y el cuerpo diplomático cubano era de proporciones gigantescas. La intromisión cubana en los asuntos chilenos nunca llegó a los niveles de la que tiene lugar en Venezuela.

Maurice Bishop, 39 años, líder del movimiento granadino Nueva Joya fue primer ministro de la isla de Granada. Su alianza con el castrismo fue muy estrecha. Fue derrocado y fusilado junto a varios de sus partidarios por uno de sus colaboradores más próximos.

La mala sombra de Fidel Castro, como pudieran decir los supersticiosos, acabó con la vida de varios dirigentes africanos que fueron sus aliados más estrechos en la época dorada del caudillo isleño.

Agostinho Neto, 57 años, primer presidente de Angola, enfermó de gravedad y falleció en Moscú. Otro de sus amigos más allegados, Amilcar Cabral, 49 años, fue asesinado. Sekou Touré, 62 años, dictador de la República de Guinea murió de un ataque al corazón. Más recientemente otro de sus aliados el dictador de Libia, Muammar Gaddafi, 67 años, ajusticiado por su pueblo, después de una revuelta contra su régimen.

En Asia su sombra también ha producido bajas. El déspota iraquí, Saddam Hussein, compañero de faena de Castro, fue ahorcado a los 69 años de edad y el dictador sirio Hafez Al-Assad, que murió a los 70 años.

Esta relación podría ser mas extensa pero es suficiente para concluir el decir popular de quien a mal árbol se arrima mala sombra le cobija. Fidel Castro tiene un mal de ojos que es particularmente sensible con sus compañeros de ruta, lo que se confirma, aun para los más escépticos, con la reciente muerte de su idólatra más genuino, Hugo Chávez Frías.

Pedro Corzo
Martí Noticias, 12 de marzo de 2013
Foto: Castro y Chávez, en Barquisimeto, Venezuela. Tomada de Martí Noticias.

miércoles, 10 de abril de 2013

El cocodrilo de Botswanga opaca los funerales de Chávez


Los vecinos del reparto El Palmar, en Marianao, se levantaron extrañados, temprano en la mañana del 6 de marzo. En las calles había policías, camiones, cables por todos lados, tiendas de campaña, aparatos extraños. Pero lo más raro era un grupo de franceses que caminaban por todo el barrio.

Primero pensaron que aquello estaba relacionado con la muerte de Hugo Chávez, que había sido anunciada la tarde anterior. Pero luego de algunas preguntas, se enteraron de que los franceses estaban filmando una película, cuya trama se desarrolla en África, titulada El cocodrilo de Bostwanga.

La película se convirtió enseguida en la noticia del día y desplazó el interés por los funerales de Chávez. Los franceses comentaron que el barrio había sido escogido como locación para la película por su parecido con África, y además para abaratar costos.

El cocodrilo de Bostwanga es una comedia que trata sobre un presidente demagogo con trastornos mentales, quien sospecha que su único hijo, de cuatro años, quiere darle un golpe de estado. Este presidente tiene varios cocodrilos, todos con nombres que jamás olvida. En cambio, el de su hijo nunca lo recuerda, según refirieron los franceses.

Los del barrio, como actores, se desempeñaban torpes. Las mismas escenas se intentaron varias veces. Hombres negros que llegaban en una camioneta, vestidos con uniformes de camuflaje y fusiles AK de fabricación rusa, y una multitud, alegre por la derrota del dictador, que lanzaba gritos de ¡libertad! Fue la escena más difícil.

Muchos vecinos quedaron contentos por haber sido su barrio el elegido. Nada menos que para una película francesa. Pero pasado el embullo, están preocupados por el parecido de este barrio con África. Se preguntan si será por la cantidad de personas negras o por las chozas, los contenedores desbordados de basura y las montañas de escombros en las esquinas. ¿Y Haití no se parece más?, se preguntan algunos, no muy convencidos.

Michel Iroy Rodríguez
Cubanet, 15 de marzo de 2013.
Foto: Michel Iroy. Vecinos de El Palmar (http://www.cubanet.org/articulos/el-palmar/).

lunes, 8 de abril de 2013

Democracia made by Yoani Sánchez



La democracia es como un cuento con final feliz. De escuchar tanto los términos libertad de expresión, asociación y poderes tripartitos, las personas racionales apostamos por esa vía como un camino viable en la Cuba futura.

La bloguera Yoani Sánchez también cree en la democracia. En su gira de 80 días por varios países, constantemente repite un discurso pro democrático. Lo apoyo.

De abril de 2007 a la fecha, Sánchez se ha convertido en una de las caras más visibles de la disidencia local. Ha colocado a la isla en cintillos de la prensa internacional. Loable.

Dice -y repite- que los cubanos debemos aprender a aceptar criterios diferentes. La aplaudo. Pero a la vez pregunto, ¿acepta Yoani Sánchez a quienes no comparten todos sus criterios?

Creo que no. A mediados o fines de 2010, no puedo precisar la fecha exacta porque no fui avisado, mi blog Desde La Habana fue expulsado de la plataforma Voces Cubanas, de la cual había sido fundador en enero de 2009.

Al parecer, el motivo habría sido porque mi madre, la periodista Tania Quintero, escribía textos que a Yoani -o a su esposo, Reinaldo Escobar- no les gustaban.

Exiliada en Suiza desde noviembre de 2003, Tania está en su derecho a difundir en mi blog sus argumentos. Aunque sus opiniones no siempre las comparto.

Pero así es como entiendo la tolerancia y la libertad de expresión. Directamente Yoani no me echó. Su esposo fue quien me dijo dónde estaba la puerta de salida. Los argumentos me parecieron endebles.

A partir de diciembre de 2003 y hasta ese incidente, había mantenido buenas relaciones con el matrimonio Sánchez-Escobar. En su círculo de amistades se decía que la plataforma no era un movimiento político. Y, por eso, cada cual podía escribir a su aire.

Mi salida de Voces Cubanas fue una decisión antidemocrática. No se consultó al resto de blogueros. Ni siquiera Yoani se molestó en darme una explicación.

En temas políticos, la bloguera y yo coincidimos en un 85%. Nuestras discrepancias son personales. Y no provocadas por mí. No la considero un enemigo. Supongo que ella a mí tampoco. Al margen de las divergencias, mantenemos una distancia en el trato. Cada cual en lo suyo. Hace rato pasé página.

Si ahora escribo estas líneas es por una conducta de Yoani Sánchez que me parece alejada de ese espíritu democrático que intenta vender fuera de la isla. Algunos disidentes cubanos hablan como demócratas, pero no actúan como demócratas.

Mientras tus artículos se enfoquen en la prostitución, penurias cotidianas de la gente y el mal manejo económico de los hermanos Castro en cinco décadas, se te considera un auténtico periodista independiente.

Pero si juzgas el desempeño de la disidencia, incluida Yoani Sánchez, comienzan acusaciones virulentas e infundadas y te cuelgan el cartel de 'agente de los servicios especiales'. Argumentan una sarta de pretextos: le estás haciendo 'el juego al enemigo'; con esas opiniones creas desunión; estás desprestigiando a la oposición, etc, etc.

Y si la polémica es personal puede arder Troya. Es lo que en días recientes le sucedió al colega Luis Cino Álvarez. Para quien no lo conozca, se los presento. Desde 1998 escribe como periodista independiente. Es de los mejores. Si no el mejor. En la Primavera Negra de 2003, en plena razzia contra los opositores, Cino y Juan González Febles siguieron denunciando las arbitrariedades y detenciones que acontecían.

Escribían en una libreta y luego, desde un teléfono fijo, leían los reportes a Cubanet. Oficiales del Departamento de Seguridad del Estado -la KGB cubana- amenazaron a Cino con levantarle un acta de advertencia si no comenzaba a trabajar para el Estado.

Ya se sabe lo que eso significa. Una especie de instrumento procesal que permite al régimen encarcelarte por ‘peligrosidad predelictiva’. Luis empezó a laborar en una vaquería como custodio. A la luz de un candil chino continuó escribiendo.

Nunca dejó de escribir. En 2007, junto a Febles, fundó el semanario Primavera Digital, con una veintena de reporteros independientes y cerca de 60 colaboradores. Han emitido 266 números. Ininterrumpidamente. Una vez por semana, Cino tiene acceso a internet donde se informa de lo que pasa en el mundo.

Al leer unas declaraciones de Yoani Sánchez, le molestó su omisión de Primavera Digital. Durante todo su periplo, ella ha estado diciendo que cuando regrese a La Habana, tiene pensado abrir un periódico, ignorando -o menospreciando- que en Cuba hace tiempo se editan una docena o más de publicaciones digitales independientes.

Entonces Cino decidió exponer su punto de vista en un comentario titulado Para evitar confusiones. Lo subió a Círculo Cínico, su blog personal. Unos días después, la bloguera, en ese momento en Holanda, llamó a Luis Cino a su móvil. Lo requirió en duros términos.

Era una fiera. Ni siquiera lo dejó hablar. “Es la segunda vez que tú y yo chocamos. Espero sea la última”. Sus palabras sonaban a amenazas.

Yoani tiene poderosas herramientas para replicar públicamente. Es su derecho. Pero lo que no debió fue zanjar la polémica con una llamada iracunda desde el extranjero.

Si en la democracia futura, negada tras 61 años sin elecciones libres, los supuestos protagonistas pretenden establecer una agenda de lo que se puede y no se puede escribir, no la acepto. No soy un animal de laboratorio. Soy un hombre libre.

En nombre de la democracia se han cometido atropellos en el mundo. La democracia de la que reiteradamente habla Yoani Sánchez no puede ser diferente a la existente en Estados Unidos, Canadá, Austria, Bélgica, Francia, Suiza...

Parte fundamental de una sociedad democrática es la libertad de expresión. Y dentro de ella, la libertad para opinar y discrepar de las figuras públicas. Llámense Fidel Castro, Barack Obama o Yoani Sánchez. De lo contrario, no es democracia.

Iván García
Foto: Tracey Eaton, tomada de su blog Along the Malecon.

La muerte de Chávez y las reformas en Cuba



Cuando por fin el presidente Hugo Chávez pueda descansar en paz y se vayan apagando los ecos de consignas, citas escamoteadas y santurronería a chorro, entonces al presidente provisional Nicolás Maduro no le quedará otra opción que gobernar.

Ya se convocaron elecciones, para el 14 de abril. Y en la Asamblea Nacional o la junta de gobierno, con la cabeza fría, las estadísticas y los números en rojos que señalan pésimos índices económicos, corrupción feroz, violencia criminal y los estantes huérfanos de provisiones, harán reflexionar y sacudir del trance a los camaradas de Chávez.

Lo harán por una sencilla razón. Si siguen cargando a hombros por todo el país con el féretro del teniente coronel de Barinas y no intentan gestionar los profundos y acuciantes problemas que aquejan a Venezuela, perderán el poder.

Ellos mejor que nadie lo saben. En la acera del enfrente está un Henrique Capriles, que si traza un programa político concreto y una estrategia de campaña certera, más temprano que tarde llegará a Miraflores.

Es, entonces, que los compadres del Partido Socialista Unido de Venezuela sacarán sus cuentas. Tendrán que hacer recortes de carnicero. Atenuar el liderazgo continental. Rebajar el tono al discurso polarizado. Aumentar la producción de crudo. Y soplarle bajito una mala noticia al régimen verde olivo de La Habana: “Lo sentimos, hermanos, nuestra situación interna es complicada, no podemos seguir enviando petróleo subsidiado, no se lo tomen a mal, no es nada personal”.

El General Raúl Castro sabe, como viejo zorro político, que ese momento puede llegar. No puede apostar todo a una sola carta. Y desde hace tiempo (si alguien juega con cierta ventaja es el gobierno de los Castro, debido a que conocía de primera mano el verdadero estado de salud de Hugo Chávez), los asesores y tecnócratas de Castro II tendrían preparada una lista de recomendaciones como plan de contingencia.

Ningún estadista que se precie se aferra a una sola opción. La administración de Raúl Castro tenía prevista esa eventualidad. Desde hace un lustro, los autócratas miran a Brasil. Potencia emergente con pinta de transformarse, a mediados del siglo 21, en un centro del poder mundial.

Tiene además una democracia estable. Una izquierda moderna reciclada que administra el país no solo para sus seguidores. Ya el legendario obrero metalúrgico de Sao Paolo, Lula Da Silva, había convencido a banqueros y empresarios brasileños de que era el momento perfecto para invertir en Cuba.

La inversión brasileña de 900 millones de dólares en el puerto del Mariel, en las afueras de La Habana, no es una aventura empresarial. Se hace con vista larga. Después del 2014, la nueva dársena podría convertirse en la más importante del Caribe. Y, cuando suceda en Cuba una democracia ordenada, podría convertirse en el principal competidor del puerto de Miami.

Brasil también invierte en el sector azucarero. Y se rumora que hay interés en hacer negocios en turismo, inmobiliarias y prospección de petróleo. Precisamente en la búsqueda de petróleo, para garantizar su independencia energética, el gobierno cubano sigue explorando en los mares adyacentes a la isla.

Hasta ahora sin éxito. Pero cálculos de los sesudos pronostican la existencia de una reserva considerable de crudo en el área. Quizás el problema radica en buscar el socio apropiado. Entonces miran a Estados Unidos, una de las pocas naciones que cuentan con la tecnología adecuada de exploración en aguas profundas. Hay barreras que deben echarse abajo si se pretende tener un proyecto de futuro.

Si se desea un salto económico hacia adelante, un garante perfecto para mantener una línea sucesoria, el régimen sabe que debe hacer ciertas concesiones. El agitado y confuso panorama venezolano no se antoja esperanzador. Es como jugar con barajas marcadas.

Los cubanos no están preparados para abrirle otro hueco al cinturón. En los últimos 22 años, se ha vivido una crisis económica estacionaria que ha provocado el éxodo de casi un millón de ciudadanos calificados y profesionales de calibre.

Hoy, la sociedad cubana envejece. Debido al signo de interrogación que esconde el futuro, las mujeres en edad de procrear no quieren tener hijos. A lo sumo uno. Eso convierte al país en un estado cautivo de ancianos que deben ser sostenidos por un Estado ineficiente y sin dinero.

Nadie mejor que los mandarines en el poder saben que para revertir el estado de cosas, las reformas económicas profundas y algunas de corte político se imponen. No queda otra. Si las cosas en Venezuela no marchen de la manera prevista, La Habana tendrá que jugar al duro.

¿Qué podría suceder en ese hipotético panorama? En mi opinión, cuatro son los posibles escenarios. El primero, abrir más el mercado a inversiones chinas o brasileñas, disminuyendo la participación de capital estatal de un 51% a un 30%, quizás menos.

El segundo, permitir inversiones de cubanos residentes en el extranjero o en dentro del país. Las pequeñas empresas con capital de cubanos residentes, sobre todo en Estados Unidos, sería un elemento importante en el relanzamiento de la economía. Sin contar que a empresarios acaudalados como Saladrigas o Fanjul, se les hace la boca agua esperando el momento de invertir en su patria.

El tercero, promulgar una nueva ley de inversiones extranjeras, ágil, moderna y con garantías jurídicas hacia el inversor, que alentaría los negocios en Cuba. Y el cuarto, permitir a los cubanos de la diáspora, no muy críticos con el régimen, participar en la política. Podrían votar y tener un papel más activo en la vida nacional.

El dilema es que para efectuar reformas de calado, resulta esencial levantar el embargo. La administración de Barack Obama no piensa hacer por ahora nuevas propuestas. Ellos pasaron la pelota a cancha cubana. Es Cuba la que debe tomar la iniciativa.

En lo económico se puede hacer mucho más. Pero si se desea que la Casa Blanca intente desmontar el embargo lidiando con un Congreso negado a hacerlo, Raúl Castro tiene que hacer algunas concesiones políticas.

De suceder lo peor en Venezuela, los hermanos Castro se mantendrían quietos en base. El único camino viable para no retroceder a los años duros del período especial es aprobar ciertas libertades políticas.

Podría ser la motivación para que Washington considere estudiar el levantamiento del embargo. En caso de no derogarlo, quizás podría autorizar sin limitaciones los viajes a Cuba de ciudadanos estadounidenses.

En última instancia, quedaría una quinta opción: la de mantener un discurso de guerra y una perspectiva numantina. Pero se corre el riesgo de que se caldee la situación interna y se hipoteque la continuidad de un gobierno castrista.

En la gaveta de Raúl Castro deben dormir diferentes variantes de contingencia. El proceso de tibias reformas y la muerte de Chávez lo pilló a mitad del río. Si se vuelve atrás, pone en peligro el poder y la estabilidad. Lo más práctico es apostar por seguir adelante. Pero esa respuesta sólo la tiene el General.

Iván García
Foto: Cartel desteñido en La Habana. Tomada de Reuters.

viernes, 5 de abril de 2013

Desafíos del nuevo Papa en América



Cuando el martes 13 marzo, tras disolverse la fumata blanca, el cardenal francés Jean-Louis Tauran desde el balcón de la Basílica de San Pedro, se dirigió a los miles de congregados que bajo una lluvia pertinaz esperaban la proclamación del nuevo Sumo Pontífice y anunció ‘Habemus Papam’, la milenaria Iglesia Católica estaba haciendo historia.

El cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio es el Vicario de Cristo número 266 de Roma. El primer Papa de América. El que no estaba en las quinielas ni en las listas de papables de los especialistas. A pesar de que en 2005 fue el segundo cardenal que terminó con mayor votación detrás del alemán Joseph Ratzinger, pocos apostaban por el bonaerense.

No fue precisamente una concesión del Vaticano. El continente americano, con 480 millones de católicos, reúne el mayor número de fieles. El 44% de los devotos cristianos son de este lado del mundo. Y aunque Europa vive horas bajas, con una crisis financiera feroz que ha disparado el desempleo, crispado los bolsillos del consumidor y puesto en peligro el Estado de Bienestar, quizás sea en América donde el Papa Francisco tenga ante sí un reto formidable.

Después que se apaguen los ecos de los aplausos y felicitaciones, el nuevo Santo Padre, de 76 años, tendrá que ponerse el mono de trabajo. Por lo pronto, ya habló con su antecesor por teléfono y se rumora un encuentro en breve, en Castel Gandolfo.

Mejor que nadie, Bergoglio sabe que estará rodeado de lobos. Es el bombero designado para apagar el fuego devastador de la corrupción y la pederastia. Si en plena guerra fría el polaco Juan Pablo II, hizo tomar partido político a la iglesia católica, el alemán Benedicto XVI intentó enmendar la plana y devolverla a sus rezos y misas.

Habrá que ver cuál es el camino que elige el nuevo Papa. Pero debe tener claro que el mundo que se nos viene encima necesita algo más que fe. Sin haberse puesto la mitra sobre su cabeza comenzó el debate. El canal multinacional TeleSur, herencia de los petrodólares del fallecido Hugo Chávez, destacaba en sus trasmisiones la presunta complicidad de Jorge Mario con la dictadura argentina y su tenaz resistencia al aborto y al matrimonio gay.

Lo enmarcaban como un conservador duro, corrido demasiado a la derecha. Y resaltaban sus rifirrafes con el matrimonio Kirchner. Desde Roma, Francisco tendrá que saber pelear a la contra. Es en el sur del continente americano donde, con más frecuencia, sus gobiernos provocan roces e intercambios afilados de palabras con el clero.

Y en el norte existe un cuerpo policial especializado como el FBI y una prensa al estilo del New York Times o el Washington Post, que no encubren manejos turbios ni sodomias con niños o adolescentes de ciertos obispos. Ni el arte de la diplomacia vaticana podrá sacar del escándalo judicial o la cárcel en Estados Unidos a los implicados en delitos. Bergoglio lo sabe.

Corriente abajo del Río Bravo, también abundan piedras en los zapatos. Asuntos pendientes sobre abusos sexuales en México, atorados por la desidia de anteriores Papas. Víctimas que demandan ser escuchadas por Su Santidad.

Un auténtico reto serán las relaciones del Vaticano con un régimen autocrático como el de los hermanos Castro, o con claras tendencias autoritarias como la Venezuela que deja Chávez o la Bolivia de Evo Morales.

Los Castro intentarán seducir al nuevo Papa. Hacer el típico trato. Venga a Cuba, haga misas públicas y regrese sin escuchar a la disidencia o hablar de libertades políticas o de expresión. Aunque después de la bendición papal, a uno de los hermanos se les muestre una lista de prisioneros políticos en la isla.

Las fricciones entre Chávez y sacerdotes venezolanos eran habituales. Estos aprendices de caudillos, llamados Socialistas del Siglo 21, rezan con la Biblia en sus manos y un AK-47 colgado a la espalda. Para ellos, Jesucristo fue el primer comunista. Y sin dilaciones teóricas, en el mismo ovillo ensartan a Carlos Marx, Sai Baba, Fidel Castro, Che Guevara, Bolívar y los Doce Apóstoles.

El problema de la izquierda carnívora de América Latina es estar bien con Dios y con ellos mismos. El nuevo Pastor tendrá que invitar a montar en su bote a un rebaño complejo. Veremos si puede remar hacia adelante.

Iván García

Foto: Al primer mandatario que el nuevo Papa recibió fue a la presidenta de su país, Cristina Fernández de Kirchner. Tomada de Infobae.

miércoles, 3 de abril de 2013

Recordando la Revista de Cuba


Cuando a principios de enero de 2011, en un discurso pronunciado en la residencia del embajador de los Países Bajos en Cuba leí que blogueros alternativos iban a lanzar un periódico, a la mente me vino la revista De Cuba, que aunque sólo se editaron tres números, fue la primera y última vez que un grupo de periodistas independientes cubanos se atrevieron a realizar una publicación en papel, para circular y ser leída por lectores dentro de la isla. No una revista impresa en el exterior e introducida en el país, como hasta la fecha ha venido ocurriendo.

Pero no, según rumores, el de los blogueros será un diario online. Uno más, de los muchos que fuera de Cuba hacen exiliados, más o menos profesionales y con un amplio abanico de contenidos y tendencias. Tal vez sus impulsores estén pensando cuando el gobierno autorice a la gente a tener internet en sus casas: aunque será limitado y controlado, siempre cabe la posibilidad de que el candado de la censura pueda ser violado.

Volviendo a la Revista De Cuba, órgano de la Sociedad de Periodistas Manuel Márquez Sterling. En diciembre de 2002 vio la luz el primer número. El director era Ricardo González Alfonso y el asesor Raúl Rivero. El consejo editorial lo formaban Luis Cino, Claudia Márquez y Tania Quintero. Coordinación: Álida Viso Bello. Fotografía: Omar Rodríguez Saludes. Diseño: Tony Arroyo y Dalia Lemes. Constaba de 52 páginas y, entre otros, aparecieron trabajos de Ricardo, Claudia, Cino, Tania, Omar, Jorge Olivera, Martha Beatriz Roque, Vladimiro Roca, Marvin Hernández, Miriam Leyva, Oscar Espinosa Chepe, Iván García, José Prats Sariol y Wilfredo Vallín, La redacción quedaba en la casa de Ricardo, en la Calle 86 No. 719 entre Séptima y Novena, Playa, La Habana.

El número 2 salió en febrero de 2003, constaba de 64 páginas y apenas circuló: casi todos los ejemplares fueron confiscados por la Seguridad del Estado durante el operativo que le hicieron a Ricardo en su domicilio, el 18 de marzo de 2003. La publicación de esa revista sería tenida en cuenta a la hora de condenar a Ricardo y Raúl Rivero, en un juicio circense celebrado el 4 de abril de 2003 en el Tribunal Municipal de 10 de Octubre, en Carmen y Juan Delgado, Víbora, La Habana.

En la portada, en la parte inferior a la derecha, un cintillo amarillo anunciaba: A debate Proyecto Varela. Los realizadores eran los mismos del primer número. Entre los autores, Raúl Rivero, Iria González Rodiles, José Gabriel Ramón Castillo, Luis Aguilar León, Adela Soto, Manuel Cuesta Morúa, Osvaldo Alfonso, Héctor Palacios, Juan F. Pulido y de nuevo, Ricardo, Miriam, Cino, Tania, Iván, Omar y Vallín.

Un tercer y último número, emergente, saldría en septiembre de 2003, cuando 75 disidentes llevaban varios meses en prisión. La idea fue Claudia Márquez Linares, periodista independiente y dama de blanco, hoy exiliada en Puerto Rico. Para la arriesgada labor, contó con la colaboración de Vladimiro Roca, con Iván y conmigo, entre otros. El 29 de octubre, Claudia fue detenida e interrogada por oficiales de la Seguridad del Estado quienes la amenazaron con quitarle la custodia de su hijo de 6 años, y cuyo padre, Osvaldo Alfonso, también había sido detenido y juzgado en abril de 2003.

En los créditos de la revista se mantuvo a Ricardo, Raúl y Omar, aclarando entre paréntesis que estaban en prisión. En el consejo de redacción, Claudia y yo (no pudimos localizar a Luis Cino). La coordinación fue de América Rodríguez (Álida Viso Bello, Miriam Leyva e Iria González Rodiles consideraban que era una locura y una provocación hacer ese número, y no sé si fue una de ellas u otra persona, la que dijo que detrás estaba "la mano del G-2"). Al estar Ricardo en la cárcel, la dirección de la redacción esta vez fue la vivienda de Claudia, en Vista Hermosa 608, 5to. piso, apto. K, entre Concepción y Santa Ana, Cerro, La Habana.

En el sumario, entre otros, aparecieron textos y testimonios de Raúl Rivero, Víctor Rolando Arroyo, Miriam Leyva, Elsa Morejón, Sayli Navarro, Clara Chepe, Yolanda Huerga, Berta Soler, Laura Pollán, Julio César Gálvez, Manuel Vázquez Portal, Arnaldo Ramos Lauzurique, Iván García, Iria González Rodiles y Tania Díaz Castro, así como informaciones tomadas de medios internacionales y también de sitios independientes cubanos.

Este tercer número también tuvo 64 páginas. En la portada, en el centro, una foto grande con damas de blanco a la salida de la iglesia de Santa Rita, en Miramar. Las esposas y familiares de los presos políticos iban vestidas de blanco, pero no llevaban gladiolos en sus manos: en el cuello se ponían pañuelos negros. Alrededor de la foto, como si fuese un marco, fotos tamaño carnet de 26 opositores y periodistas independientes, las que en circunstancias tan difíciles se pudieron conseguir.

En el Informe sobre Cuba presentado por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) ante la 59 Asamblea General que tuvo lugar en Illinois, Chicago, en octubre de 2003, se dice:

"Muchos periodistas han optado por congelar sus tareas informativas ante la posibilidad de ser encarcelados y dejar a sus familias desprotegidas. Varias agencias han dejado de operar como consecuencia del arresto de sus directores y principales promotores. Algunos han acordado difundir sus despachos en el exterior bajo anonimato o con el uso de seudónimos, como viene haciendo la agencia Cubanet desde Miami. El auge de revistas y boletines alternativos que venía produciéndose en La Habana y otras ciudades del interior se ha visto frenado por las circunstancias. No obstante, otros focos de creatividad se mantienen vivos y actuantes. Desafiando las carencias materiales y el cerco represivo, un grupo de fundadores de la revista bimestral De Cuba lograron poner a circular el tercer número de la publicación. La revista, confeccionada artesanalmente, comenzó a editarse el pasado diciembre con el fin de abrir una ventana de libertad informativa para los lectores de la isla.

"Justamente las copias incautadas de De Cuba fueron parte de las 'evidencias' acusatorias en el proceso contra su director, Ricardo González Alfonso, y su asesor, Raúl Rivero. La revista fue catalogada por la Fiscalía como una publicación "subversiva", utilizada por la Sociedad de Periodistas Márquez Sterling 'como otra fachada para suministrar información al gobierno norteamericano'.

"Dos mujeres periodistas integrantes del consejo de redacción de De Cuba, Claudia Márquez y Tania Quintero, han elaborado este tercer número de 64 páginas, dedicado a brindar testimonio sobre los 75 opositores arrestados el pasado marzo. Al cierre de este informe habían sido impresas y distribuidas unas 200 copias a lo largo del país, y las editoras planeaban poner en circulación otras 200 en los próximos días".

En la asamblea de la SIP celebrada en marzo de 2004 en Los Cabos, Baja California, México, en el Informe sobre Cuba volvió a ser mencionada la revista De Cuba:

"El desempeño femenino ha sido un pilar en esta hora difícil, desde la joven Saily Navarro, de 18 años, quien comenzó a transmitir informes tras el arresto de su padre el pasado año, hasta Haydée Rodríguez, la más veterana con 76 años.

"El caso más notorio de este frente femenino resulta Claudia Márquez, vicepresidenta de la Sociedad de Periodistas Manuel Márquez Sterling e integrante del consejo de redacción de la revista bimestral De Cuba. Desafiando las carencias materiales y las advertencias policiales, Claudia y su colega Tania Quintero -actualmente exiliada en Suiza- lograron poner en circulación, en septiembre, 400 copias artesanales de un tercer número de De Cuba, con testimonios y denuncias sobre los 75 opositores arrestados durante la ola represiva del pasado año.

"De Cuba, dirigida por Ricardo González Alfonso y asesorada por Raúl Rivero, había surgido en diciembre del 2002 con el fin de abrir una alternativa de información para los lectores de la isla. La revista fue una de las 'pruebas' usadas por la fiscalía en los procesos sumarios contra los periodistas independientes, el pasado abril.

"Además de editar De Cuba clandestinamente, Claudia Márquez comenzó a insertar sus punzantes artículos sobre la vida cotidiana y las incongruencias del gobierno cubano en renombradas publicaciones estadounidenses como San Antonio Express-News, Los Angeles Times y The New York Times. Que un artículo suyo haya aparecido en The New York Times (“Free Trade Won’t Free Cuba’’, 6 de noviembre de 2003, página A31) fue sin dudas una auténtica legitimación al periodismo libre dentro de la isla".

Como ante todo me gusta ser justa, debo decir que el aporte principal de Iván y mío consistió en revisar y editar, en tiempo récord, todos los textos que se iban a publicar en ese número extraordinario. Hubiéramos querido haber ayudado más a Claudia, como haberla acompañado a imprimir y distribuir los ejemplares. Pero no pudimos.

Cuando un domingo de agosto de 2003 por la noche, ella se apareció con su niño en nuestra casa, para pedirnos nuestra colaboración, le dijimos que sí. Pero le ocultamos que desde hacía un mes, el 30 de julio de 2003, el embajador suizo me había comunicado que Suiza había concedido asilo político a mis dos hijos, mi nieta mayor y a mí.

Y tanto el embajador como el consejero, me pidieron que Iván y yo nos apartáramos de toda actividad disidente, para no poner en riesgo nuestra salida del país. Una petición imposible de cumplir cuando uno es periodista a tiempo completo. Aunque la represión la oliéramos, de tan cerca que la teníamos.

Tania Quintero
Dossier.- Los tres números de la revista De Cuba pueden ser leídos en PDF. Diciembre de 2002, el primero. Febrero de 2003, el segundo. Y Septiembre de 2003, el tercero.

lunes, 1 de abril de 2013

Para evitar confusiones



Los maquiavélicos mandamases que analizaron los pros y los contras de dejar salir a determinados disidentes al exterior, deben estar en pleno goce. Dando brinquitos de felicidad. Los resultados obtenidos hasta ahora deben superar sus expectativas.

Si lo que pretendían cuando corrieron el riesgo de dejarlos salir al exterior, es que defraudaran al mundo e hicieran lucir mal a la oposición cubana, lo están consiguiendo con creces.

Hasta ahora, las excepciones son Berta Soler, tan valiente y digna en Madrid como en la Quinta Avenida de Miramar, y Rosa María Payá, enfrentada en Ginebra a los cómplices internacionales de la dictadura.

Es como si existiese un guión, donde todo hubiese estado minuciosamente previsto para que los disidentes viajeros se desacreditaran ellos mismos y a los que se supone debían representar.

Es el deslumbramiento por la pacotilla, las vidrieras y las luces de neón; el descubrimiento del agua corriente, la carne de res, la conexión rápida a Internet y la música de Bethoven; los deslices, las meteduras de pata y los papelazos; el dejarse trajinar por los gamberros pagados y organizados por las embajadas cubanas en el exterior; las declaraciones desafortunadas, el autobombo y la promoción de agendas propias en detrimento de las demás.

En esto último, Yoani Sánchez se ha llevado las palmas. ¡Cuánto daño le ha hecho tanto premio y tanta promoción! Habla sin parar -siempre de ella- más rápido de lo que piensa. Sin medir las consecuencias de lo que dice. Así, lo mismo le falla la ironía y hace campaña por la libertad de los cinco espías ante el Congreso brasileño que suelta un discurso en la reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa, de la que es vicepresidenta regional, y en vez de representar al periodismo independiente cubano lo ignora olímpicamente -o lo da por liquidado con la ola represiva de la primavera de 2003- y le pasa por encima como una aplanadora al proclamar su intención de crear en Cuba "el primer periódico independiente".

¡Y nosotros en Primavera Digital que desde hace casi seis años no dejamos de sacar semanalmente nuestro periódico (ya vamos por el número 264) y por eso pensábamos que éramos los primeros! No en balde dice un colega no estar seguro si los que hacemos PD somos seres vivientes y no ectoplasmas en un incierto limbo donde tejen una publicación onírica, como salida de Comala, que muy pocos -por los motivos que sea- quieren reconocer.

Si de publicaciones en general se trata, también Yoani estaría pasándole por arriba a la revista De Cuba, que fue fundada por Ricardo González Alfonso, Raúl Rivero, Claudia Márquez y un servidor en noviembre de 2002; y a las revistas digitales Bifronte, Cacharros, Convivencia, y a varias otras más, incluso a la mismísima Voces, que dirige el escritor Luis Orlando Pardo, y en la que Yoani y su esposo, Reinaldo Escobar, están tan involucrados que hacen los lanzamientos de cada número en su propio apartamento.

Yoani dice estar consciente de que un periódico independiente en Cuba es algo imposible, que la van a fusilar mediáticamente. Al menos, tendrá esa suerte. A Primavera Digital no la pueden fusilar mediáticamente porque la dictadura no le ha extendido la partida de nacimiento. Solamente una vez -como en el bolero- hubo una mención en el periódico Granma como "un periódico contrarrevolucionario hecho en Suecia". No aclaraba si lo hacía la rubia del cuarteto Abba.

Yoani Sánchez sí tuvo certificación de nacimiento expedida por el mismísimo Fidel Castro, que primero, en una de sus reflexiones, la confundió con un muchacho dislocado por el consumismo capitalista, y luego la acusó, sin venir al caso, en el prólogo de un libro sobre Bolivia, de neocolonialista y agente de la CIA.

Yoani Sánchez, cuando inició su blog Generación Y, exhibió su carné de identidad como muestra de que ella sí escribía desde Cuba sin ocultar su nombre y apellidos.

¿Y acaso empleábamos seudónimos los periodistas independientes que ya estábamos en estas lides desde la segunda mitad de los años 90? Solo recuerdo dos o tres que empleaban seudónimos por aquel tiempo, pero era más por un problema de sonoridad que de miedo, porque todos sabían perfectamente cómo se llamaban.

¡Cuánta inmodestia la de esta muchachona! ¡Cuánta falta de respeto y de agradecimiento muestra hacia quienes levantaron el techo de las prohibiciones e hicieron posible su existencia con su bregar, a pesar de no disponer de Internet ni twitter, a veces ni siquiera de una máquina de escribir que valiese la pena, y mucho menos de la promoción internacional de que dispone ella!

De veras que me cuesta creer que Yoani nos tuvo presentes a los de PD y que lo de crear el primer periódico haya sido un desliz, otro más en su gira mundial. Ella que conoce a casi todos los de nuestro equipo, que ha sido amable con nosotros, que nos ha llamado muchachones, que en determinados momentos ha ayudado a varios de nosotros, y que se haya olvidado de que ya existe un primer periódico independiente; ella y Reinaldo Escobar, que estuvieron a punto de contribuir a que se creara el segundo, con su apoyo a un grupo de colegas que quisieron separarse de nosotros y finalmente lo consiguieron para beneplácito de los que ansían vernos divididos, subdivididos, o mejor, multiplicados por cero.

Resulta doloroso hablar de estas cosas, que se puedan interpretar como ataques contra Yoani Sánchez. No lo son, es solo la necesidad de poner las cosas en su sitio. Por el bien del periodismo independiente y de la causa de la libertad de expresión en Cuba. Sé que no faltarán los que digan que le tenemos envidia, que hacemos el trabajo a la Seguridad del Estado, o que somos más come-candelas del anticastrismo que Vigilia Mambisa.

Últimamente todo lo que contradiga a Yoani Sánchez es considerado así. O silenciado en todos los medios. Y no me refiero precisamente al Granma o a Cubadebate. Hay intereses demasiado poderosos empeñados en promover a Yoani Sánchez a costa de liquidar el periodismo independiente.

En PD no aceptamos temas tabú: hablamos siempre claro. Preferimos que Yoani y sus blogueros coexistan con la prensa independiente y que se complementen mutuamente. Por suerte, tenemos un periódico independiente para escribirlo y no tendremos que esperar por el que Yoani va a fundar.

Luis Cino
Primavera Digital, 21 de marzo de 2013.
Foto: Luis Cino Álvarez, tomada de Primavera Digital.